Un espacio sonoro entre arquitectura e instrumento

El órgano de Garrovillas de Alcónetar es uno de esos raros ejemplos de instrumentos notablemente antiguos, conservados en España gracias a una cierta marginación geográfica posterior. Se presenta ante el visitante agazapado en el amplio coro de la imponente iglesia de Santa María. Una única y ancha nave, con un amplio coro a los pies donde se encuentra el órgano. Parece definir el espacio sonoro que se pretendía crear en ese momento entre tal arquitectura e instrumento, relación que se modificará notablemente en otros ejemplos posteriores. Las sensaciones delante del instrumento son contradictorias. La copia de Fra Angelico parece preludiar un instrumento antiguo modificado incansablemente por manos más o menos expertas. Los tubos de la fachada, cortados a tono, anuncian información mucho más suculenta que justifica el interés a pesar del mejorable estado del instrumento. El reducido número de registros, ya con teclado partido, parecen responder en buena medida a la organización original, aunque ampliada posteriormente como es evidente. Se trata por tanto de una pieza de notable interés para los interesados en la interpretación histórica, aunque pueda resultar difícil de encajar definitivamente por falta de ejemplos bien conservados entre la posible influencia italiana, la producción castellana contemporánea y la inmediatamente anterior. Es una visita obligada y seguro sugerente para los especialistas en el instrumento, incluso cuando su estado no se pueda tildar de inmejorable. Bien merece un estudio detallado de sus elementos desde una perspectiva tanto organológica como interpretativa, realizada con el requerido rigor histórico por especialistas en la materia.

 

Pedro Luengo Gutiérrez

Organista y profesor de Historia del Arte