De la biografía artística y docente de Miguel del Barco Gallego (Llerena, 1938) podíamos estar hablando durante mucho tiempo y, aun así, quedarían pendientes por reseñar muchos acontecimientos musicales de importancia de los que él ha sido protagonista. Su nombre está ligado a la historia moderna del Real Conservatorio de Música de Madrid, del que ha sido catedrático de órgano y director durante 25 años. Como compositor cuenta con un amplio catálogo de obras orquestales, vocales, corales, instrumentales y escénicas. Para los extremeños, Miguel del Barco es, ante todo, el autor de la música del himno de Extremadura, el instrumento principal de cohesión regional de su historia. Para los garrovillanos, Miguel del Barco Gallego es uno de los “descubridores” de la historicidad y del valor patrimonial de nuestro órgano renacentista. Fue además el inductor de su restauración ante el entonces presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, Manuel Veiga, e interprete del concierto de la restauración del órgano el 15 de noviembre de 1990. Y, además, Miguel del Barco, académico numerario de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, fue quien, por delegación de la RAEX elaboró y firmó el informe preceptivo para que el órgano obtuviera la declaración de BIC, único que ostenta esta categoría en la región. Nadie como Miguel del Barco, que ha protagonizado grandes conciertos en los órganos más sobresalientes de España y de Europa, para hablarnos hoy del órgano a cuya historia reciente él ha contribuido de forma sobresaliente.
¿Cuándo y en que circunstancias conoció la existencia del órgano renacentista de Garrovillas?
Sobre Domingo Marcos Durán y su tratado de «Lux Bella», «Comento de Lux Bella» y «Súmula de Órgano, contrapunto y composición vocal práctica y especulativa», tuve conocimiento durante mi época de estudiante de órgano y de composición. Siempre fue grande mi interés por conocer el lugar de nacimiento de tan relevante figura histórica y uno de los tratadistas más importantes de España. En una gira cultural que realizamos D. Carmelo Solís y yo, en el año 1960, por varios pueblos de la provincia de Cáceres -ya la habíamos realizado antes por la provincia de Badajoz- visitamos varios templos para comprobar la existencia de los órganos, su estado de conservación y la documentación correspondiente y, entre ellas, la iglesia de Santa María de la Consolación de Garrovillas de Alconétar de cuyo órgano y su valor histórico ya teníamos noticias.
¿Recuerda la primera vez que pudo interpretar en el órgano?
Fue el 15 de noviembre de 1990, poco después de su reparación. La inauguración fue programada por la Institución Cultural «El Brocense».
Usted, que ha interpretado en los órganos más importantes de Europa, ¿cómo definiría las características del órgano de Garrovillas?
En el punto nº 2 del Informe de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, redactado y firmado por mí, sobre el expediente para declarar Bien de Interés Cultural el órgano de la iglesia parroquial de Santa María de la Consolación de Garrovillas de Alconétar, expuse mi personal opinión sobre e instrumento, atendiendo, exclusivamente, a mi condición de catedrático de órgano y organista concertista, confirmando y ratificando la excepcionalidad histórica del mismo cuyas características técnicas y la belleza de sus sonidos están suficientemente documentadas y avaladas por una abundante bibliografía fruto de numerosos y minuciosos análisis realizado por maestros organeros de reconocido prestigio.
Tenemos noticias que usted tuvo una especial influencia y protagonismo en la rehabilitación que el maestro Gerad Graaf hizo en el órgano en los años 90 del pasado siglo.
Cierto. D. Manuel Veiga, presidente a la sazón de la Diputación de Cáceres, me pidió que le asesorara sobre los temas relacionados con la música a través de la Institución Cultural «El Brocense». Una de mis prioridades fue la de plantear la restauración de algunos de los órganos históricos de la provincia entre los que se encontraba el de Santa María de la Consolación de Garrovillas de Alconétar. La restauración de este instrumento fue la asignada, por recomendación mía, al maestro organero holandés Gerad de Graaf que ya había restaurado los órgano de Santa María de Brozas (1982) y de San Martín de Trujillo (1986). A Gerad de Graaf, afincado en España, y uno de los constructores y restauradores más cultos y famosos de Europa, le conocí en una visita que hice a la localidad zaragozana de la Almunia de Doña Godina donde tenía su taller instalado.
¿Qué recuerdos guarda del concierto organizado por la Diputación de Cáceres para la «reinauguración» del órgano de Santa María?
Un emocionante, gratísimo e inolvidable recuerdo por tener el privilegio de pulsar las teclas de un viejo y magnífico instrumento interpretando, con las sonoridades propias de la época en la que fue construido, la música organística del renacimiento y del barroco español.
¿Cómo sonaría la música del himno de Extremadura en nuestro órgano histórico?
El Himno de Extremadura está compuesto inicialmente para ser interpretada por un coro al unísono y banda; es esta su versión original. En el órgano de Garrovillas, dada su variedad tímbrica y brillante sonoridad, el Himno de Extremadura puede sonar muy bien.
Usted ha visitado en varias ocasiones Garrovillas ¿qué destaca de este pueblo en el plano monumental y artístico?
En mi primera visita a Garrovillas de Alconétar me sorprendió la estructura tan original y asimétrica de la Plaza Porticada y sus enormes dimensiones. En los muchos y frecuentes viajes por los pueblos y ciudades de España y del Extranjero, pocas plazas he visto tan impactantes como esta; hay algo mágico entre sus muros. Son muchos los monumentos artísticos de los que Garrovillas de Alconétar puede presumir. A la iglesia de Santa María de la Consolación, famosa por su histórico órgano, cabe añadir la iglesia de San Pedro y el Monasterio de Nª Sra. de la Salud de las Jerónimas con sus respectivos retablos. ¿Y qué decir del paisaje rural que envuelve, adorna y oxigena tan histórica villa?